miércoles, 11 de mayo de 2022

La independencia de los adolescentes a través de las redes Nota de opinión por 3ero. 3era. Mauro y Adolfo

“LA INDEPENDENCIA DE LOS ADOLESCENTES A TRAVÉS DE LAS REDES”



El siglo XXI trajo grandes cambios en los adolescentes y también la pandemia
Para desterrar el mito que circula asiduamente entre muchos adultos argentinos que sostiene que los únicos temas que les interesa a la mayoría de los adolescentes son tres: la tecnología, el deporte y la música; una reciente investigación realizada por Roxana Morduchowicz, experta en cultura juvenil, demostró que la realidad es muy diferente: las cuestiones sociales ocupan un lugar importante entre los temas que preocupan a los adolescentes y las comparten en su actividad en internet. Por ejemplo, el 85% asegura que el uso de las redes sociales puede ayudar a solucionar problemas de su escuela o en la sociedad. Otro de los puntos que destacó esta experta se centra en que hoy los jóvenes perciben a internet como un territorio exento de adultos. En el siglo XX, cuando querían independizarse tenían tres caminos: casarse, conseguir un trabajo o graduarse en la universidad. Hoy logran su independencia mucho antes de cumplir los 18 años y lo hacen a través de la conectividad.
Los adolescentes sienten que la red es un mundo que les pertenece y en el que pueden estar sin adultos. En parte porque pueden decidir a quién aceptan o excluyen de su perfil algo que les otorga una especie de autonomía”. Por eso muchos explican que internet es un espacio que sienten ‘propio’”.
Durante la pandemia los adolescentes destinaron más tiempo a la tecnología.
Las redes más usadas por los adolescentes son Instagram y TikTok, en un momento Snapchat llegó a un pico de uso pero ahora está decreciendo.
Hoy en día los adolescentes encuentran en las redes grupos de pertenencia en los que se sienten entendidos y contenidos en sus búsquedas personales. Vemos adolescentes que cambian su modo de alimentación, que se suman a causas ecologistas, a movimientos de diversidad sexual…aunque no necesariamente sean causas ideológicamente compartidas con sus padres. Están atentos y las señalan.


Fuentes de información:


https://www.perfil.com/noticias/sociedad/los-adolescentes-usan-las-redes-com o-su-espacio-libre-de-adultos.phtml#:~:text=Los%20adolescentes%20sienten %20que%20la,que%20sienten%20'propio'%E2%80%9D.

https://www.telam.com.ar/notas/202107/560175-redes-adolescentes-creadoresprejuicios.html

Lenguas minoritarias: el guaraní por 2da. 2do. Año 2022 Richard, Catalina y Juan Manuel



 

jueves, 21 de abril de 2022

Memes sobre mitos de la antigua Grecia: Aracne y Júpiter. Por 4to.2da. 2022



Estos memes surgieron como propuesta creativa luego de leer el mito La tela de Aracne, recreado en el libro Las metamorfosis del escritor latino Ovidio, perteneciente al siglo I.
 

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Un análisis de Martín Fierro y Los pichiciegos por Diego Reitovich 5to.1era (2019)


Análisis de las obras: Martín Fierro de José Hernández y Los pichiciegos de Rodolfo Fogwill

por Diego Reitovich 5to. 1era. (2019)

El Martín Fierro se publicó en 1872 por José Hernández, que en aquel momento era opositor del gobierno de Sarmiento y de su ideología segreguista de la dicotomía civilizado-bárbaro como también del servicio de fronteras, que juega un papel primordial en la obra. Hernández estaba en contra de prescindir de los gauchos y excluirlos hasta el exterminio o hasta el punto de contemplarlos como parte de la barbarie sarmientina, entonces más tarde el Martín Fierro se convirtió en obra de reivindicación al gaucho y su identidad, su valor, sus tragedias y vivencias, con el objetivo de demostrar que los gauchos no deben ser mandados a matar y morir contra los pueblos originarios en las fronteras, sino más bien ser incluidos y percibidos como pares en una sociedad que les dé trabajo de mano de obra y un lugar que conozcan bien de cerca: el trabajo de tierras y estancias. El autor dirigía en realidad esta obra a los intelectuales de la clase dominante como intento de concientización para hacer ver que el gaucho valía más en el sistema productivo que muriendo en la frontera, pero el Martín Fierro llegó a los propios gauchos y ellos lo tuvieron como baluarte identitario, recitándolo en pulperías y circulando entre ellos con admiración.
Más tarde, con las inmigraciones de los años veinte llegaron también los exiliados de la resistencia a la guerra, hambre y pobreza de Europa, con sus ideas revolucionarias y a favor del obrero. Los gobernantes no esperaban (claramente y tratándose de esa camada liberal que era en realidad separatista y genocida) este tipo de inmigrantes no dóciles. Ante esto, los intelectuales se propusieron crear una identidad nacional para autopercibirse frente a las disidencias masivas europeas que iban copando Buenos Aires, entonces empezaron a indagar en cuál sería la esencia del ser nacional. Lo que hace Lugones y esto a partir de los dichos de Rojas sobre tener que encontrar la esencia del ser nacional en el interior del país y no en la “infestada” porteñada es exacerbar la figura del gaucho como poema épico nacional. Entonces en 1913 da una serie de conferencias ante la élite porteña donde determina qué es ser argentino o no. Acá es cuando elige como ser nacional al gaucho Martín Fierro, quien se supone combate simbólicamente contra toda esa oleada inmigratoria.
La primera parte de la obra se trata todo el conflicto gaucho-poder y cómo este sufre los ultrajes del poder que lo abandona enviando al servicio de frontera, dejando expresa la lógica del biopoder en este ámbito: un control sobre cierto “capital vitalicio de vidas” con un eje racista muy fuerte y que busca la consecuente exterminación de esta comunidad, apartándola de sus tierras, haciéndola enfrentarse a los indígenas (que al fin y al cabo también estaban condenados por el biopoder y por la desidia del Estado, no solo ausente sino hostil, asfixiante y exterminador) y alejándolos de toda vida pasada conocida, alterando su identidad con formas aberrantes.
En la Vuelta del Martín Fierro se desarrolla con Hernández consciente y sus lectores gauchos, muchos de ellos como peones de las estancias, una suerte de consejos morales para el gaucho, donde se ve a un Martín Fierro menos revolucionario, más tibio y a favor de la construcción y auge de una civilización moderna y capitalista, dejando atrás sus conflictos de la primera parte (hay que tener en cuenta que así como cambió Fierro, lo hizo también Hernández entre esos siete años de la primera y segunda parte, y lo escribió en el medio de la inmigración europea y modernización capitalista argentina: Hernández también se entibió) y se mostró más civilizado , como habiéndole dado un nuevo valor al sentido de civilización (uno mucho más optimista y bien predispuesto)

En relación a Los pichiciegos, el terror del Estado tiene una lógica bastante parecida, y eso que hay casi cien años entre obra y obra. Por su parte Los pichiciegos fue publicado en 1983, aunque escrito durante la misma temporalidad y guerra de Malvinas. Las condiciones en donde están los soldados son terribles, y es que negados a enfrentar la guerra y seguramente la muerte, terminan en ese lugar subterráneo, apresados y con poca comida y se las tienen que ir arreglando entre ellos y conviviendo hasta que la guerra pasara. Los cuatro reyes que mandaban son los que empezaron la movida de la pichicera. A ellos se les debía el refugio, por lo tanto ellos tenían que tener el poder entre los pichis. En general, algunos soldados (pibes) terminaban locos, estaban muy perseguidos, con un miedo voraz encima. Y claro, si sos un chico de dieciocho años y te mandan a una guerra porque sí, porque caíste en eso, lógicamente va a ser una experiencia traumática, separados de sus familias, amigos de su barrio, sus cotidianeidades, y abandonados por la institución que los debería defender: un gobierno terrorista que impulsaba la guerra y creaba motines y matones comerciales mercantiles también (contexto neoliberal).

Puedo decir al final de esta revisión por estas dos grandes obras, primero que nada, que son plenamente útiles para el trabajo de memoria (sobre todo Los pichiciegos) y que resultan emblemáticas y simbólicamente pesadas y potentes a la hora de poner a la vista problemáticas de poder y en estos casos, la del abandono (e irónicamente la presión tajante y destructiva) por parte del Estado, cuestión que está perfectamente reflejada en la esencia de Fierro y los pichis, y que nos sirve para ver y entender quizá más claramente cómo y por qué después sucedió el caso Carrasco. Que ningún pibe más tenga que aprender como levantar un fusil antes que aprender sobre la última dictadura, para que no haya más Omares Carrasco. Porque se lo debemos a él y a los chicos arrebatados de sus familias que no volvieron a casa. Se lo debemos, se lo debemos.



martes, 17 de diciembre de 2019

Perdido en el siglo XXI por Celeste Apaza, 4to 2da (2019)


Perdido En El Siglo XXI
En esta crónica se intentó poner en carne viva lo que experimentó Cortés, un aventurero español, al llegar a un Buenos Aires futurístico para su época. 
Sucedió en un instante, en un pequeño parpadeo. Abrió sus ojos y el dolor intenso que sintió en ellos, fue similar al que sentía en todo su cuerpo. Sentía que ardía, pero al mismo tiempo sudaba frío y tenía pequeños espasmos; le costaba respirar y sentía un agudo y aturdidor sonido incesante dentro de su cabeza. 
Se encontraba entre hojas que parecían haberse quemado, algunas cubiertas de ceniza, otras totalmente convertidas en ella. Aún podía verse el hollín  que se esparcía a su alrededor. Después de unos momentos luchando para concentrarse y lograr ponerse de píe, pudo ver que no había nada que pudiera distinguir a su alrededor, tan solo arbustos y unas rejas pequeñas que se encontraban rodeándolo; Había un camino de piedra lisa que comenzó a caminar hasta que llegó a una reja mucho más grande, que rodeaba lo que describiría yo como un punto de encuentro, que le impedía salir.
Intentó forzarla, pero era muy resistente y no cargaba con su espada, así que escaló sobre ella y saltó al otro lado. En la calle con cubierta de piedra se encontraban grandes objetos brillantes, que se estaban en orden, uno detrás de otro.
Comenzó a caminar sin un rumbo fijo, porque no tenía ninguna idea de donde se encontraba ni por que todo era tan diferente a como lo recordaba. Ni siquiera en Inglaterra se hallaban tan modernos edificios; aunque no eran tan refinados ni elegantes, eran altos y llamativos, algunos completamente sucios y descuidados pero todos ellos eran de piedra moldeada y no de mármol o cerámica como en aquellos enormes palacios. Aún no había visto a ninguna persona y él aún creía delirar, tal vez recibió algún golpe demasiado fuerte y por eso despertó en esas terribles condiciones.
Caminaba inseguro a través de cada calle, hasta que comenzó a oír un ruido que no reconocía, pero que era más fuerte que los gritos de un puerto o un mercado habitual. Caminó hasta allí y se encontraban los mismos objetos brillantes moviéndose a gran velocidad, logró distinguir a una o dos personas dentro de varios de ellos; todos de diferentes formas, colores, y tamaños. También había mujeres y hombres con ropa que se pegaba a su cuerpo, algunos mostrando grandes partes de piel, otros con sacos y ropa formal; pero aún así muy diferente a lo que él usaba. También distinguió una especie de multitud de jóvenes que se encontraban con mantos blancos y mochilas de colores en sus espaldas, todos yendo hacía la misma dirección.
La gente comenzó a notarlo y mantenía la vista sobre él, se sintió amenazado durante pocos segundos, hasta que decidió comenzar a exigir a gritos explicaciones; quiénes eran, por qué se le quedaban viendo, que era ese instrumento con lo que algunos se mantenían apuntándole; hasta que comenzó a enfadarse debido a que nadie le contestaba y solo una o dos personas repetían que se calmara. Un hombre decidió tomarlo del brazo y Cortés lo empujó inmediatamente; en el esplendor de toda su ira le escupió; “Maldito vasallo, quién os creéis para poner vuestra sucia mano sobre mí.”. Golpeo su rostro sin remordimiento alguno y comenzó a alejarse de aquel tumulto que él mismo había provocado; exaltado y confundido por todo lo que le rodeaba incluido el ruido aturdidor que no cesaba; se sorprendió cuando volteó y uno de esos objetos brillantes se acercaba a él a gran velocidad; se paralizó y luego del impacto y un par de gritos todo se desvaneció. Todo sucedió en un instante, en un pequeño parpadeo.

Booktrailer

Podcast de Gabriel García Márquez

https://www.spreaker.com/show/el-podcast-de-daniel-rodriguez-mejia